Un bombero salvó la vida de una bebé y, 17 años después, recibió una invitación inesperada

Mike Hughes, quien era bombero, un día recibió una llamada alarmante para acudir al incendio en una casa. Cuando él y sus compañeros llegaron al lugar, todo se veía muy mal y, además, posiblemente había alguien adentro.

“Todo el interior de la casa estaba ardiendo intensamente” confiesa Hughes a US-based ABC News. “Mi compañero y yo nos dirigimos al lugar del siniestro y recibimos una llamada advirtiéndonos de que probablemente hubiera alguien en el interior de la casa”.

A Hughes y a su compañero no les importó el poder de las llamas, ellos se adentraron en el inmueble para salvar vidas. Sin embargo, Hughes no esperaba encontrar a una persona muy pequeña: se trataba de un bebé de 9 meses quien aún estaba acostada en su cuna. Esa bebé se llamaba Dawnielle Davison.

El bombero entró a la habitación de la bebé y la tomó mientras ella lloraba. Después la entregó al bombero que estaba en la puerta de la entrada.

               

Su equipo actuó extraordinariamente y nadie salió herido, ni siquiera la bebé de 9 meses.

Aquel incendio lo marcó para siempre y, años más tarde, decidió investigar qué había sido de esa bebé que había salvado años atrás. Así fue como encontró el Facebook de Dawnielle.

“Le envié una nota que decía: ‘Creo que yo te salvé del fuego cuando eras un bebé’”, dijo Hughes. “Y ella me puso a prueba … respondiendo: ‘Oh, sí, ¿qué estaba haciendo mi madre?’. Yo le escribí: ‘Bueno, ella estaba en el trabajo y tu papá estaba allí’ “.

                

Hughes estaba en lo cierto y, desde ese entonces, se volvieron inseparables. El ex bombero acudía regularmente a los eventos de la escuela de la chica y se encontraban en la calle de vez en cuando. Sin embargo, la historia dio un hermoso giro cuando recibió una invitación muy especial.

Y lo que menos se hubiera imaginado el bombero ya retirado es que recibiría una invitación para la graduación de Davison en su escuela secundaria.

Resulta que Dawnielle lo invitó a su graduación: “Me envió una invitación y pensé: por Dios, tengo que ir. Esta invitación significó mucho para mí. Y estaba muy contento.”

Es muy emocionante pensar que, 17 años después haberle salvado la vida a aquel bebé, ahora lo esté invitando a celebrar uno de los máximos logros de su vida. ¡Sin duda es una historia conmovedora!