domingo, 1 de abril de 2018

"Amor eterno", un corto pero hermoso poema del escritor español Gustavo Adolfo Bécquer


Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida (Sevilla, 17 de febrero de 1836 - Madrid, 22 de diciembre de 1870), más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer, fue un poeta y narrador español, perteneciente al movimiento del Romanticismo. Por ser un romántico tardío, ha sido asociado igualmente con el movimiento posromántico. Aunque en vida ya alcanzó cierta fama, solo después de su muerte y tras la publicación del conjunto de sus escritos obtuvo el prestigio que hoy se le reconoce.

La obra de Bécquer ejerció un fuerte influjo en figuras posteriores como Rubén Darío, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez y los poetas de la generación del 27, y la crítica lo juzga el iniciador de la poesía española contemporánea. Pero más que un gran nombre de la historia literaria, Bécquer es sobre todo un poeta vivo, popular en todos los sentidos de la palabra, cuyos versos, de conmovida voz y alada belleza, han gozado y siguen gozando de la predilección de millones de lectores.


Las Rimas, tal y como han llegado hasta nosotros, suman un total de ochenta y seis composiciones. De ellas, setenta y seis se publicaron por vez primera en 1871 a cargo de los amigos del poeta, que introdujeron algunas correcciones en el texto, suprimieron algunos poemas y alteraron el orden del manuscrito original (el llamado Libro de los gorriones, hoy custodiado en la Biblioteca Nacional de Madrid).

Después de esta breve reseña, te presentamos este bello poema de su autoría:


Amor eterno - Gustavo Adolfo Bécquer

Podrá nublarse el sol eternamente; 
Podrá secarse en un instante el mar; 
Podrá romperse el eje de la tierra 
Como un débil cristal. 

¡todo sucederá! Podrá la muerte 
Cubrirme con su fúnebre crespón; 
Pero jamás en mí podrá apagarse 
La llama de tu amor.

"Pido silencio", un bello poema del escritor chileno Pablo Neruda que te encantará


Pablo Neruda, seudónimo de Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto (Parral, Región del Maule; 12 de julio de 1904-Santiago, Región Metropolitana de Santiago; 23 de septiembre de 1973), fue un poeta chileno, considerado entre los más destacados e influyentes artistas de su siglo; «el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma», según Gabriel García Márquez.

Entre sus múltiples reconocimientos, destacan el Premio Nobel de Literatura en 1971 y un doctorado honoris causa por la Universidad de Oxford. «Ningún poeta del hemisferio occidental de nuestro siglo admite comparación con él», ha escrito el crítico literario Harold Bloom,​ quien lo considera uno de los veintiséis autores centrales del canon de la literatura occidental de todos los tiempos.


Además, fue un destacado activista político, senador, miembro del Comité Central del Partido Comunista, precandidato a la presidencia de su país y embajador en Francia.

Después de esta breve reseña, a continuación te presentamos este bello poema de su autoría:

Pido silencio - Pablo Neruda

Ahora me dejen tranquilo.
Ahora se acostumbren sin mí.

Yo voy a cerrar los ojos

Y sólo quiero cinco cosas,
cinco raices preferidas.

Una es el amor sin fin.

Lo segundo es ver el otoño.
No puedo ser sin que las hojas
vuelen y vuelvan a la tierra.

Lo tercero es el grave invierno,
la lluvia que amé, la caricia
del fuego en el frío silvestre.

En cuarto lugar el verano
redondo como una sandía.


La quinta cosa son tus ojos,
Matilde mía, bienamada,
no quiero dormir sin tus ojos,
no quiero ser sin que me mires:
yo cambio la primavera
por que tú me sigas mirando.

Amigos, eso es cuanto quiero.
Es casi nada y casi todo.

Ahora si quieren se vayan.

He vivido tanto que un día
tendrán que olvidarme por fuerza,
borrándome de la pizarra:
mi corazón fue interminable.

Pero porque pido silencio
no crean que voy a morirme:
me pasa todo lo contrario:
sucede que voy a vivirme.

Sucede que soy y que sigo.

No será, pues, sino que adentro
de mí crecerán cereales,
primero los granos que rompen
la tierra para ver la luz,
pero la madre tierra es oscura:
y dentro de mí soy oscuro:
soy como un pozo en cuyas aguas
la noche deja sus estrellas
y sigue sola por el campo.


Se trata de que tanto he vivido
que quiero vivir otro tanto.

Nunca me sentí tan sonoro,
nunca he tenido tantos besos.

Ahora, como siempre, es temprano.
Vuela la luz con sus abejas.

Déjenme solo con el día.

Pido permiso para nacer.

La piel no sufre de Alzheimer, siempre recuerda una caricia o una cicatriz


Existe una suerte de falsa creencia generalizada: las personas con Alzheimer o con otros tipos de demencia tienden a desconectarse del mundo externo presente para entrar en su lejano e irreal mundo interno. Esto no es cierto, pero al pensar que la persona con Alzheimer ya no es la persona que debía ser, esta pierde su identidad frente a la sociedad y sus sentimientos pierden validez casi de la manera automática.

Si nos ponemos en el lugar de la persona con demencia, nos daremos cuenta de que lo normal es que se tenga miedo ante la insistencia de los demás, que no se sepa expresar lo que se necesita o siente, que puede que no entienda lo que se le dice, que no reconozca a las personas que se acercan cada día, que no comprenda qué se espera de ella en cada momento.


Pocas veces nos ponemos en la piel de las personas con Alzheimer. Sin embargo, si lo hacemos, nos daremos cuenta de lo aterrador y desconcertante que puede resultar el día a día. Entonces comprenderemos que la angustia u otras reacciones emocionales que vemos desproporcionadas desde nuestra “sana” visión del mundo.

El método de la validación, terapia centrada en la persona

En la última década han resurgido los modelos de atención y comunicación centrados en la persona. Estos modelos terapéuticos y de relación dan importancia a que los entornos que rodean a la persona con Alzheimer sean validantes y estimulantes.

Es decir, se busca empatizar con la persona con demencia, mantener su identidad y generar una actitud comprensiva hacia aquellas “alteraciones conductuales” que tanto desconciertan y tanto malestar generan entre los cuidadores y las personas del entorno.

Los autores que promueven este modelo de atención, destacan la necesidad de conservar el principio de dignidad de cualquier persona. Es necesario, pues, utilizar la empatía para sintonizar con la realidad interna de las personas afectadas por la demencia.


El objetivo es poder aportarles seguridad y fuerza, haciendo que la persona se sienta válida y pueda expresar sus sentimientos. Porque solo cuando una persona puede volver a expresarse es cuando se le devuelve la dignidad.

¿Por qué? Porque validar es reconocer los sentimientos de la persona. Validar es decirle que sus sentimientos son ciertos. Al negar los sentimientos, negamos al individuo, anulamos su identidad y, por lo tanto, creamos una gran brecha emocional.

Principios básicos del método de validación

Según CREA Alzheimer, los principios básicos del método de validación son:

-Aceptar a la persona sin juzgarla (Carl Rogers).

-Tratar a la persona como individuo único (Abraham Maslow).

-Los sentimientos que primero se expresan y luego son reconocidos y validados por un interlocutor de confianza perderán intensidad. Cuando se ignoran o se niegan, los sentimientos cobran fuerza. “Un gato ignorado se convierte en un tigre” (Carl Jung).

-Todos los seres humanos son valiosos, independientemente de lo desorientados que estén (Naomi Feil).

-Cuando la memoria reciente falla, recuperamos el equilibrio recuperando recuerdos tempranos. Cuando la vista falla, recurren al ojo de la mente para poder ver. Cuando el oído se va, escuchan los sonidos del pasado (Wiler Penfield).


Las personas con Alzheimer u otras demencias necesitan una reconexión con el mundo

El hecho de que se pierda la capacidad de expresar verbalmente no es sinónimo de no tener la necesidad de expresar. Por ello es esencial adecuarnos a las necesidades de las personas afectadas, conectar con su estado de ánimo y fundirse en un mismo sentir.

Como dijo Tomaino (2000), “es siempre sorprendente ver a una persona completamente apartada, distanciada del presente debido a una enfermedad como el Alzheimer, volver a la vida cuando se toca una canción familiar. La respuesta de la persona puede variar desde un cambio de postura a un movimiento animado: desde el sonido a la respuesta verbal.

Pero normalmente hay una respuesta, una interacción. Muchas veces esas respuestas aparentemente delirantes pueden revelar mucho sobre la preservación de uno mismo y de que las historias personales aún pueden ser recordadas intactas”.

Descubren el volcán más grande del mundo en el pacífico


Encuentran el volcán más grande de la Tierra, y uno de los más grandes del Sistema Solar, en el fondo del Océano Pacífico; llamado el Macizo de Tamu, mide 4 km de altura y 640 km de ancho, siendo casi tan enorme como los volcanes de Marte.

El profesor William Sager, de la Universidad de Houston, y su equipo de científicos empezaron a estudiar el accidente geográfico hace 20 años. Por su enorme dimensión, equiparable al área del estado de Nuevo México, se desconocía si se trataba de un solo volcán o un compuesto de varios puntos de erupción. Tras analizar muestras de lava y la información recolectada por las ondas sonoras de un barco de investigación, finalmente concluyen que se trata de un colosal volcán inactivo.

Los geofísicos creen que el Tamu Massif surgió de un solo punto principal emisor de lava, frente a otras teorías que apuntaban a que pudo haberse creado por la suma de las emisiones de varios volcanes, que es como se originaron las islas de Islandia y Hawaii.

El Macizo de Tamu se localiza a aproximadamente mil 600 km al este de la costa de Japón. Es la parte más grande de la cordillera submarina Shatsky, la cual se formó hace unos 130 a 145 millones de años por la erupción de varios volcanes submarinos. Tamu se destaca de los demás volcanes de su tipo no sólo por su tamaño sino por su forma, mientras que su cima se encuentra a casi 2 mil metro bajo el nivel del mar, su enorme base de 310 mil km2 se sitúa a más de 6 km de profundidad.


El volcán Mauna Loa de Hawai, antiguamente el más grande del mundo, se queda corto frente a este gigante. El volcán marciano Monte Olimpo, visible desde la Tierra con un telescopio común, es únicamente 25% más grande que el Macizo de Tamu. 

Sager asegura que el descubrimiento servirá para estudiar la formación de volcanes masivos y no descarta la posibilidad de hallar volcanes aún más grandes. Su investigación fue publicada en la revista Nature Geoscience.