Para protegerse de cualquier mal, los vikingos desarrollaron un sistema de símbolos y líneas que, además de servir como su alfabeto, escondían dentro de sí un significado mucho más profundo.
Frente a la decadencia de un mundo que parece derrumbarse, necesitamos —hoy más que nunca— de alguna fuerza mágica que nos impida sucumbir ante una destrucción inminente. El miedo al final de los tiempos nos ha perseguido desde siempre, sabemos que la vida inicia, avanza y en un punto ha de terminarse, ¿y luego qué? Nada, sólo el abismo y la promesa de que alguien o algo luchará por nuestras almas justo el día en que el Universo entre en ese estado de agonía al que tanto le tememos.
Dioses, brujos, amuletos; absolutamente todo lo que nos otorgue cierta seguridad espiritual es aceptado con tal de no tener que enfrentarnos a una realidad que, más que dolernos, nos aterra ampliamente. El nivel de prevención de algunos pueblos nórdicos los llevó a crear un sistema de símbolos y caracteres mágicos con poderes ocultos capaces de asegurar que cada aspecto de la vida de una personas fuese, si no perfecto, al menos sí más llevadero. El sistema rúnico, que fue además su manera de comunicarse de forma escrita, permitió a los vikingos sentirse protegidos de todo mal que pudiera amenazar su estabilidad en cualquier aspecto.
La importancia de este sistema de símbolos era tal que incluso algunos guerreros y personas de la nobleza decidían tatuarlos en puntos estratégicos de sus cuerpos; mientras los hombres decidían llevarlos grabados en sus cabezas o brazos, muchas mujeres preferían ponerlos en sus muñecas u hombros. Realmente el lugar en el que estos estuvieran grabados no tenía tanto peso como todo lo que encerraban dentro de sí.
Aprender a leer las runas es un trabajo que toma mucho tiempo.
Sin embargo, algunas de sus combinaciones tienen significados mágicos.
El vegvisir y el aegishjalmur son dos elementos muy socorridos en lostatuajes vikingos. El primero es la representación de una brújula solar que guía a las almas perdidas a encontrar sus caminos y el segundo es un símbolo del llamado "hechizo del terror".
Gracias a algunas series y grupos musicales cuya temática principal son precisamente los pueblos nórdicos, los tatuajes con runas han cobrado una popularidad nunca antes vista. Quienes buscan incansablemente a alguien que pueda relazar uno de estos diseños, no sólo se conforman con saber que pueden confiar en sus técnicas y habilidades con las máquinas de tatuar, sino incluso que puedan informarles acerca de todo el contexto que hay detrás de cada uno de estos símbolos.
Pero la responsabilidad de saber qué hay detrás de cada tatuaje está muy lejos de ser un asunto propio del tatuador. Sería absurdo pensar que ellos conocer absolutamente todo y saben todo lo que están a punto de poner sobre la piel de sus clientes; todo ese peso realmente recae en los hombros de aquellos que deciden adornar sus pieles con estos diseños, pues más allá de la magia que puedan esconder dentro de sí, lo más importante es lo que nos hace sentir y pensar en el hecho de llevarlos plasmados en nuestros cuerpos y cuán seguros nos sentimos con ellos.
Después de todo, serán ellos los que nos acompañarán al final de los tiempos, y cualquier asunto que ocurra después sólo será un punto extra, ya que por fin hemos alcanzado esa protección que durante siglos hemos estado buscando en fuerzas de otro mundo sin sospechar que todo lo que necesitábamos estaba escondido en un par de agujas que entran y salen de nuestras pieles impregnadas de tinta y sangre.
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